Es una
diseñadora de vestuario estadounidense considerada uno de los máximos
exponentes del diseño en Hollywood, llegando a ganar un total de ocho premios óscar de la academia al
mejor vestuario en sus 50 años de carrera.
Es la responsable
de algunos de los vestidos más míticos del cine clásico de Hollywood con
prendas que hicieron soñar a las generaciones del pasado y aun lo siguen
haciendo en la actualidad.
Nace en San
Bernardino, California. Sus padres de descendencia judía se separan cuando ella
es muy pequeña y su madre se casó de nuevo con un ingeniero que viajaba mucho;
lo que hizo que la infancia de Edith estuviera marcada por continuos cambios de
residencia.
Edith Head
estudia en la Universidad de Berkeley, California donde se licenció en
Filología y Letras y posteriormente trabajará como profesora de francés en una
escuela femenina en Hollywood. Por las noches tomaba clases de arte y diseño;
allí conoce a su primer marido Charles Head con el que tiene un breve
matrimonio; aunque siempre conservó su apellido como nombre artístico.
Hacia 1924, se
topó con un anuncio en el que solicitaban diseñadores de vestuario para los
estudios Paramount en Hollywood; en concreto para la película “Los diez Mandamientos” de Cecil B. DeMille. Edith entregó unos
bocetos realizados por uno de sus alumnos como si fueran suyos a Howard Greer,
el jefe de diseño de la película. Consiguió el trabajo, y aunque pronto
descubrieron su engaño, ella ya estaba dentro. Así comenzó su carrera cinematográfica
junto a la Paramount de la mano del diseñador al que Head admiraba: Travis
Banton, que estaba cargo del departamento de diseño y tomará a Edith como
asistente hacia 1927.
Comienza creando
el vestuario de actores secundarios en películas de pequeño presupuesto, pero
su magnífico trabajo y dedicación le hicieron tomar mayor responsabilidad y en
poco tiempo alguna de las grandes estrellas de los años veinte y treinta como Clara Bow o
Mae West vestían sus diseños en la pantalla.
Cuando en 1938
Banton abandonó su puesto en la “Paramount”, Head, le sustituye al frente del
departamento de vestuario. A partir de esta fecha su carrera comienza a ser muy
intensa y en 1967 pasa a trabajar en los estudios Universal; a petición
personal del prestigioso director de cine Alfred Hitchcock
que la quería para sus películas. De esta manera Edith se consolida como la
modista más famosa de Hollywood.
Sus creaciones
más emblemáticas corresponden a finales de los años 40, 1950 y 1960. Fue muy
admirada por la amplia variedad de sus diseños; desde los mas sencillos y
elegantes hasta los mas extravagantes y espectaculares.
Trabajó en más
de 1.100 películas y fue la artífice de buena parte del glamour de los años
dorados del cine. Aunque fue nominada en 35 ocasiones, ganó un total de ocho premios
Óscar por su trabajo en las siguientes películas:
- La heredera (1949)
- Eva al desnudo (1950)
- Sansón y Dalila (1950)
- Un lugar en el sol (1951)
- Vacaciones en Roma (1953)
- Sabrina (1954)
- Los milagros de la vida (1960)
- El golpe (1973).
Edhit era una mujer muy exigente, de carácter firme, perfeccionista, ambiciosa y con mucho amor propio. La pasión por su profesión y amplia capacidad de trabajo caracterizaron su vida. Describía su trabajo como cruzar una línea entre la magia y el camuflaje para crear la ilusión de convertir a los actores en lo que no son; y que el público cada vez que vea a un actor hacer su papel en la pantalla crea que se ha convertido en una persona diferente.
Edith Head
diseñaba desde camisetas, hasta trajes de novia, como el que lució Natalie Wood
en su boda. También es destacable su labor como escritora y articulista, en
revistas como Vogue.
Trabajó
prácticamente con casi todos los grandes del cine. Incluso estando en plantilla
de dos de las productoras más importantes de la historia, Paramount y
Universal, era requerida por otros estudios para vestir a sus estrellas. Diseñó
el vestuario para conocidas actrices como Mae West, Barbara Stanwyck, Ginger
Rogers, Audrey Hepburn, Natalie Wood, Bette Davis, Ingrid Bergman, Gloria
Swanson, Kim Novak, Tippi Hedren, Audrey
Hepbrun, Grace Kelly, Sofia Loren, Elisabeth Taylor; así como para los actores Paul Newman y
Robert Redford, etc.
Su fama no tardó
en crearle enemistades en ese mundo. Sus detractores; la mayoría de sus
compañeros de profesión que eran del sexo masculino, le pusieron el pseudónimo de
la “reina de las blusas”. Su clara postura
contra la sindicación en el campo del diseño de vestuario en los estudios es
conocida. Edith defendió siempre el sistema de estudio clásico, que posibilita a
una persona como ella con una formación académica brillante pero alejada del
campo artístico, pueda demostrar sus capacidades.
Obra de Edith
son el estilo decadente que luce Gloria Swanson en El Crepúsculo de los Dioses
(1950); la sobriedad del vestuario de Marlene Dietrich en Testigo de Cargo
(1957), la elegancia que lucen los
timadores, encarnados por Robert Redford
y Paul Newman en el Golpe (1973). Pero
sin lugar a dudas sus colaboraciones más fructíferas, fueron
en las películas de su amigo
Alfred Hitchcock. Los vestidos de Grace Kelly en la Ventana Indiscreta o en Atrapa a un Ladrón son inolvidables o la
sofisticación de Tippi Hedren en Marnie La ladrona (1964); no solo en el
impresionante vestuario, sino en los complementos. Y por supuesto sin olvidar
los diseños que hizo para el último film del maestro británico, La Trama
(1976). Aunque sin dudas sus creaciones
más memorables serían las que luce
Kim Novak en Vértigo.
Algunas de sus creaciones han dado lugar a modas posteriores. Así muchas mujeres han querido tener una falda plisada como la que luce Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (1953), el traje blanco de Elisabeth Taylor en La Senda de los Elefantes (1954), etc.
Algunas de sus creaciones han dado lugar a modas posteriores. Así muchas mujeres han querido tener una falda plisada como la que luce Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (1953), el traje blanco de Elisabeth Taylor en La Senda de los Elefantes (1954), etc.
Bette Davis dijo
de ella: “Los actores podemos ensayar nuestros textos, movimientos y gestos,
pero hasta que no nos ponemos la ropa no nos convertimos en los personajes. Si
no estás cómodo en el traje, si no expresa cómo es el personaje, nada funciona
igual. Y con Edith nunca falla”.
Según la revista
Harper´s Bazaar Edith Head puso de
moda los pareos y reinventó el sarong como traje de noche con Dorothy Lamour; dio
forma al estilo masculino de Marlene Dietrich; empleó las joyas como elementos
indispensables de glamour; puso plumas y lentejuelas a los trajes de noche; incorporó
el New Look de Dior en la gran pantalla, amplió las faldas para marcar las cinturas,
estrechó los trajes y subió pantalones.
La diferencia
fundamental entre Edith Head y otros diseñadores de Hollywood radica en que
muchos de los modistos que trabajaban para el cine, acaban dejando la industria
para establecer su propia marca de alta costura. Ella, pese a sus apariciones
en medios cómo asesora de moda, o su exitoso libro ”How to Dress for Success”, fue fiel al mundo del cine hasta
prácticamente el día de su muerte (la última película en la que trabajó se
estrenó después de que hubiera fallecido).
Lo que a ella le
gustaba, era colaborar con el actor en la creación del personaje, hacía actuar
a los vestidos, le gustaba imaginar ropa que creara personajes y que contara
historias. Su trabajo iba bastante más allá de hacer un boceto y plasmarlo en
tela.
Edith Head se
retiró en el año 1980, un año antes de morir con 83 años en Los Angeles.
Sin lugar a
dudas Edith Head es y será una de las diseñadoras de vestuario más famosas en
la historia de Hollywood; convertida en un mito gracias a un impecable legado
de maravillosos diseños. Hoy en día sigue siendo la diseñadora que más premios
Óscar ha ganado en la historia del cine.
CURIOSIDADES
Conquistó a
Hollywood con su casi metro y medio de estatura, su temperamento y un look
intelectual muy característico: corte de pelo francés, que después cambiaría
por un flequillo recto o tupé, y sus peculiares gafas oscuras redondas que sólo
usaba para trabajar y que no eran de sol; sino gafas graduadas azules cuyas
lentes tenían un color que permitía ver cómo quedaría la ropa fotografiada en
blanco y negro. Cuando estaba con sus amigos utilizaba gafas normales
graduadas. Parte del éxito de esta mujer estriba en haberse convertido en un icono ella misma porque fue una de las
primeras en vender su marca personal.
En el mundo del
cine la llamaban: ¨la doctora del
vestido
Su amor por la
moda era tan apasionado que cuenta la leyenda que cuando recibió su primer
Oscar lo primero que hizo al llegar a casa fue hacerle un vestido dorado para
que no estuviese desnudo.
La historia de su vida fue apasionante hasta e final de sus días. Estuvo trabajando hasta dos semanas antes de su muerte en 1981, a los 84 años, de una extraña enfermedad sanguínea. Cuenta la leyenda que la modista murió de pena tras el fallecimiento de su esposo el diseñador de decorados Wiard Ihnen con el que había compartido practicamente toda su vida.
Posee una
estrella en el paseo de la fama desde 1974; en el año 2003 se imprimieron
sellos en Estados Unidos en su honor donde se la mostraban trabajando y google
le hizo un homenaje. Su trabajo fue tan valorado que actualmente el edificio
del Departamento de vestuario de la Paramount lleva su nombre.
La diseñadora
tenía bastante carácter; como demostró en el rodaje de "Sabrina" (1954),
cuya protagonista Audrey Hepburn pidió expresamente poder lucir vestidos
originales de su amigo el famoso diseñador Hubert de Givenchy. El director de
la película Billy Wilder aceptó; pero Edith no permitió que el modisto
apareciera en los créditos de la película, ni
le mencionó cuando recibió el oscar al mejor vestuario.
En “Eva al desnudo” (1950), la actriz Bette
Davis tenia que llevar un vestido de seda que Edith Head había diseñado con
escote cuadrado; pero el día que se lo probó a la actriz no le quedaba bien
porque las medidas de sus hombros se habían tomado mal y los tirantes se caían.
Edith improvisó una solución y decidió colocar un broche para ajustarlo
mostrando los hombros; convirtiendo este diseño en el emblema de la película y
en uno de los trajes más admirados de la historia del vestuario de cine de
Hollywood.
Durante el
rodaje de Vertigo con la actriz Kim Novak, Edith manifiesta: “Yo no suelo
meterme en líos pero trabajar con Kim Novak, para su papel en Vértigo, puso a
prueba todo mi aguante psicológico y mi paciencia”.
Según confiesa en una entrevista el
proyecto del que estaba más orgullosa era fue el diseñó del uniforme femenino
de la Guardia Costera de los Estados Unidos
a finales de 1970 en respuesta a
la creciente cantidad de mujeres en el servicio. Recibió el Premio al Servicio
Público Meritorio por sus esfuerzos.
Se interpretó
así misma en dos ocasiones: en "Columbo, Réquiem for a Falling Star"
y en "Lucy Gallant". Incluso tiene una canción con su nombre;
"She thinks she´s Edith Head" del grupo indie estadounidense de los
80, The Might Be Giants.
La película de
animación "Los Increíbles" (2004)
le hace un entrañable homenaje a través de uno de sus personajes de
ficción: Edna Mode una pequeña mujer nerviosa y activa; pero grande en
creatividad y talento; encargada de diseñar trajes de super héroes.
A continuación os muestro algunos de sus trabajos de vestuario escénico que la encumbraron como una de las mejores diseñadoras cinematográficas de la historia.
FRASES CELEBRES DE EDITH HEAD
- "Para ser una buena diseñadora en Hollywood una tiene que ser una mezcla de psiquiatra, artista, diseñadora de moda, historiadora, canguro y agente”.
- "Asegúrate de que no parezca que lo puedes comprar en cualquier tienda. Pero sobre todo, asegúrate de que cuando te vean, se queden con la boca abierta”.
- Nosotros; los diseñadores de vestuario creamos la ilusión de cambiar a los actores en algo que no son. Hacemos creer al público que cada vez que vemos un artista en la pantalla, se ha convertido en una historia diferente”
- "Puedes hacer lo que quieras en la vida si te vistes para ello,”
- “Your dresses should be tight enough to show you’re a woman and loose enough to show you’re a lady.” : “Tus vestidos deben ser suficientemente ceñidos para mostrar que eres una mujer y suficientemente sueltos para mostrar que eres una dama.”